El rector de la Universidad de Almería aboga por aumentar los contratos del transferencia en el ceiA3
El campus de excelencia internacional agroalimentario (ceiA3) comenzó su andadura hace cuatro años para dar respuesta desde la formación, la investigación, la innovación y la generación del conocimiento a los retos agroalimentarios planteados para las próximas décadas en una economía global.
Desde entonces, el recorrido del ceiA3 ha sido importante, ya que como recordó el rector de la UAL, Pedro Molina, en la presentación del “Informe de Progreso 2009- 2013”, a lo largo este tiempo se han unido más de 63 empresas, además del Csic, el Ifapa y distintos parques tecnológicos. En estos cuatro años, la aportación de subvenciones públicas ha ascendido a casi 24 millones de euros. Para Javier De las Nieves, vicerrector de investigación, que acompañó al rector en la presentación, la vigencia del ceiA3 está asegurada, al menos, hasta 2015, no solo a través del Plan Propio de Investigación de la UAL, sino también por la aportación de la Junta de Andalucía, “Desde el Plan propio se intentará complementar o potenciar algunas actividades como la movilidad y los trabajos relacionados con la transferencia de conocimiento. Facilitaremos que los investigadores vayan a empresas ya otros países para intentar conseguir esos proyectos europeos y los contratos con empresas, que es una de las claves de futuro del nuevo programa marco (Horizonte 2020). Tenemos que procurar poner todo el esfuerzo y el dinero de que dispongamos para facilitar al máximo la consecución de esos contratos de transferencia que mantengan vivo el campus de excelencia”
En el campus de excelencia participan en torno a 222 grupos de investigación dedicados a la agroalimentación que suponen, en la práctica, más de 3.000 investigadores, vitales para el desarrollo de las alrededor 5.000 empresas agroalimentarias que hay en Andalucía. Las líneas preferentes de trabajo son la biotecnología vegetal, biotecnología animal, agricultura sostenible, tecnología agroalimentaria y bioenergía, y por último, calidad y seguridad alimentaria.
El proyecto se ha sustentado desde sus inicios en dos ideas motrices. La primera, la de agregación de esfuerzos de pequeñas y medianas universidades a fin de alcanzar mayor potencialidad constituyendo un único campus. La segunda, el tema. Con un peso del 7-8% del PIB y decenas de miles de puestos de trabajo en el sector, la agroalimentación constituye una actividad que se opone a la deslocalización de la población y que entronca con uno de los objetivos básicos que tenía el programa Campus de Excelencia, el de la cohesión social y el papel que las universidades deben jugar en la misma.
En este tiempo, el ceiA3 ha incrementado la movilidad de estudiantes a fin de aumentar las posibilidades de si formación; la colaboración de investigadores en la consecución de proyectos más ambiciosos, tanto propios como conjuntamente con empresas, y la internacionalización.