Un centenar de alumnos de Secundaria aprenden a diseñar robots, a aislar bacterias y estudiarlas en el laboratorio, cómo se extrae el aceite de oliva en las almazaras o las sensaciones que provocan los alimentos a través de los sentidos, entre otras cosas, en la Universidad de Jaén

¿Cómo se ven las hamburguesas desde el microscopio?, ¿qué mecanismos son necesarios para que los robots actúen por sí solos?, ¿o qué sensaciones nos provocan los alimentos a través de los sentidos? Estas son algunas de las cuestiones que está aprendiendo el alumnado de los Campus Científicos de Verano (CCV) durante estos días en la Universidad de Jaén. El objetivo de esta iniciativa que se desarrolla a lo largo del mes de julio es que los participantes tengan un acercamiento dinámico y práctico a la ciencia. Para ello 112 estudiantes de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato de toda España participan en esta actividad organizada por el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3).
Las actividades se agrupan en cuatro ámbitos: la ciencia de los alimentos, la robótica, la microbiología y la tecnología del aceite. En el taller sobre la nutrición los participantes están estudiando cómo los alimentos nos transforman, tanto en nuestra composición corporal como en nuestras funciones fisiológicas, así como las transformaciones que sufren los alimentos a lo largo del proceso digestivo. “Se trata del primer contacto que tienen con la ciencia de los alimentos y es esencial que entiendan cómo nos influyen los alimentos”, subraya la especialista en Nutrición y Fisiología Isabel Prieto, que participa como profesora en los CCV. Una de las actividades favoritas para los jóvenes ha sido el taller de sabores, en el que con los ojos cerrados han tenido que aprender a distinguir las sensaciones que provocan los alimentos a través de los sentidos.

En el taller de Robótica el alumnado está aprendiendo durante estos días qué es un robot desde un punto de vista real y profesional. El director de la Escuela Politécnica Superior de la UJA, Juan Gómez, es el organizador de estos talleres y destaca que los estudiantes están disfrutando mucho montando sus propios robots automáticos. “Es un placer trabajar con ellos. Son chicos y chicas muy bien seleccionados, con un nivel de preparación alto y una gran motivación”, explica el investigador, quien añade que “son una fuente de motivación para el profesorado, una energía positiva y fresca”.

La investigadora María José Grande, una de las profesoras que participa en el taller de Microbiología, señala que se trata de la primera aventura científica en un laboratorio para la mayoría de los asistentes. “Están aprendiendo de dónde provienen las bacterias, cómo aislarlas de un alimento, cómo cultivarlas y cómo tratarlas para poder visualizarlas y estudiarlas a través del microscopio”, destaca.
Por su parte el investigador Sebastián Sánchez imparte el curso sobre las tecnologías del aceite y subraya que “el objetivo es que conozcan los aceites de oliva vírgenes y que tengan nociones de lo que es la industria oleícola y de su importancia en España”. Los estudiantes aprenden en este taller el proceso de caracterización de la aceituna y la elaboración del aceite, y realizan varias prácticas simulando el proceso de extracción del jugo oleoso de la aceituna en una almazara.

Los alumnos que participan en esta iniciativa del ceiA3 han sido seleccionados por su expediente académico y por un examen on line que hicieron antes de acceder a esta convocatoria, provienen de todas partes de España y demuestran una gran curiosidad e interés por la investigación científica.