Javier Gámez: “La tecnología no tiene límites, todo es cuestión de tiempo”
El experto en Ingeniería de Sistemas y Automática del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario en la Universidad de Jaén reflexiona sobre las principales barreras de la inteligencia artificial y sobre las posibilidades de la Robótica en el campo de la agricultura.
¿Marcará la tecnología robótica un cambio en el desarrollo de la humanidad?
La Robótica es una de las siguientes revoluciones que ocurrirá a nivel mundial, tuvimos la energía, la revolución de las máquinas, los ordenadores, internet y se espera que la Robótica sea otra de las grandes revoluciones, y lo será cuando ésta consiga interactuar con las personas. Aunque para ello aún hay muchos problemas.
¿Cuáles son estas barreras?
La Robótica es una disciplina difícil y los robots deben ser capaces de identificar el entorno y las personas con las que trabajan. Cuando se superen todos estos problemas todo el mundo tendrá un robot en casa al igual que hoy en día todos tenemos un electrodoméstico.
Hasta el momento, ¿aún no ha conseguido la ciencia que un robot pueda ser ‘consciente’ de su entorno?
Bueno aquí hay que diferenciar entre lo que vemos en las películas y es ciencia ficción y lo que es la realidad. Que un robot reconozca a una persona es algo muy complejo. Se hacen intentos pero no llegan a funcionar del todo bien, aunque se va por buen camino. Hay una línea de investigación que se denomina Robótica Cognitiva y que básicamente consiste en que el robot pueda interpretar el estado en el que se encuentra una persona, si está feliz o contenta, usando parámetros como la posición de la boca.
¿Qué otras técnicas y procedimientos se utilizan para conseguir que un robot interactúe con su entorno?
Un robot básicamente tiene que resolver tres problemas, identificar la escena en la que está, panificar la tarea que quiere realizar y finalmente ejecutarla. Dentro de esa identificación se usan sensores, especialmente sensores de visión. La visión artificial o por computación es una potente línea de investigación dentro de la Robótica, pero también existen otros tipos de sensores como por ejemplo los sistemas electro-encefalogramas que se basan en el pensamiento. Cuando pensamos generamos señales eléctricas en el cerebro, si medimos esas señales y somos capaces de trasmitirlas al robot éste podría hacer lo que le indicamos casi por telepatía. Nuestro grupo de investigación por ejemplo está desarrollando un sistema de este tipo para una empresa, esta línea tiene mucho futuro.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación del Grupo Robótica, Automática y Visión por Computador del ceiA3 del que es usted miembro?
Somos unas 14 personas y nuestras principales líneas de trabajo son dos: la Robótica y la mejora del control de los procesos de extracción de aceite de oliva. Aunque dentro de estas dos ramas también desarrollamos aplicaciones y proyectos concretos como el que te acabo de comentar. Igualmente trabajamos en inteligencia artificial y en procesos de automatización. Y es que no es suficiente con que los robots cuenten con ojos o sensores para identificar el entorno en el que se mueven, sino que también necesitan interpretar esa información. Hay que dotar al robot de un sistema de inteligencia.
Respecto a la línea de la extracción de aceite de oliva, ¿qué objetivos persiguen?
Queremos automatizar muchos de los procesos que intervienen en la extracción del jugo oleoso y su tratamiento para ganar en rendimiento a la hora de elaborar aceite de oliva. Queremos introducir sensores olfativos para medir el olor del aceite. También queremos usar cámaras y otros sistemas de visión para poder ver el estado de la masa oleosa que se extrae de la aceituna y poder controlarla mejor. La idea es apoyarnos en el conocimiento y la experiencia de los maestros de almazara y conseguir que los procesos sean más controlables y manipulables para ganar en rendimiento y calidad.
¿Es cierto que este grupo también participan en el diseño de un tractor capaz de recolectar la aceituna por sí mismo?
Recientemente hemos adquirido un tractor de tamaño medio y estamos dotándolo de sensores láseres, sensores de GPS y otros dispositivos. El objetivo es que este tractor pueda moverse de forma autónoma por una finca para que pueda arar el suelo, recolectar la aceituna y realizar otras tareas. Aunque esto es un proyecto muy a largo plazo.
¿Cómo sería el funcionamiento de una planta intensiva de olivar completamente robotizada en el futuro?
Es muy difícil de decir. Una explotación súper-intensiva da pie a que pueda automatizarse más que una tradicional, porque la inversión puede ser mucho mayor. Probablemente toda la maquinaria utilizada estaría automatizada. Para que te hagas una idea hay un proyecto europeo para el que estamos preparando una propuesta que investiga el uso de drones que navegan por el olivar analizando cada uno de los árboles e identificando si alguno está infectado por una plaga. Estos dispositivos estarán capacitados también para aplicar tratamientos específicos en estos olivos. En cualquier caso se trataría siempre de sistemas automatizados pero también supervisados, es decir siempre habría alguien que controlara y manejase estos dispositivos.
De cara al futuro, ¿necesita el sector del olivar mecanizarse y robotizarse para conseguir un rendimiento que lo haga viable a nivel económico?
Muchas fincas tradicionales están sobreviviendo gracias a subvenciones o al apoyo de la propia familia, pero el futuro del olivar tanto como el de la agricultura está necesariamente vinculado con la innovación tecnológica.
Cuando he visitado el laboratorio de su grupo de investigación siempre ha llamado mi atención un robot que hay con un par de brazos y que parece dispuesto a darte la mano, ¿qué investigan en él?
Es medio robot humanoide, de torso para arriba, cuenta con dos brazos y la idea es que sea capaz de hacer tareas sencillas. De manera que si por ejemplo tiene una botella de agua y un vaso delante pueda discernir que tiene que coger la botella y servir un vaso. Parta ello cualquier robot necesita contar con distintos tipos de sensores como he comentado antes pero también necesita disponer de una serie de controladores con capacidad predictiva para que si, por ejemplo, hay un obstáculo en medio o un hay objeto delante de la botella, el robot sepa que debe evitarlo o esquivarlo, y que prevenga esta situación tal y como lo haría un humano. Eso es lo que investigamos con este robot. Se trata de un robot muy sofisticado, nos lo fabricó una empresa americana que ahora ha sido absorbida por Google, y es que Google está absorbiendo muchas nuevas empresas de robótica, quiere desarrollar una nueva y potente línea de investigación en este sector.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la inteligencia artificial y la humana?
No soy un experto en inteligencia artificial pero creo que algunas de las principales diferencias son el proceso de aprendizaje que tenemos las personas, la creatividad o el humor.