Un estudio se adentra en el uso de sensores de inducción electromagnética en la agricultura


Un estudio se adentra en el uso de sensores de inducción electromagnética en la agricultura

Este estudio proporciona una introducción a la técnica de la inducción electromagnética para medir la conductividad eléctrica aparente del suelo a distintas escalas espaciales y muestra su utilidad para distintas aplicaciones prácticas en la agricultura.

La variabilidad espacial del suelo es el resultado de la compleja interacción entre el relieve, el material parental, el clima, la vegetación y los organismos durante el proceso de formación de este. Durante siglos la agricultura ha sabido conciliarse con esta variabilidad intrínseca, pero la progresiva industrialización de la agricultura durante el siglo pasado y el cambio de escala de trabajo que implica hicieron que se obviara.

Debido a la creciente concienciación medioambiental y la necesidad de realizar un uso más racional de insumos y recursos para alcanzar una agricultura rentable y más sostenible dieron lugar al paradigma de la “Agricultura de Precisión”, en la que se realizan las labores agrícolas de forma diferenciada en función de las necesidades específicas del cultivo en cada momento y en cada punto de la parcela. En este contexto, surgió el uso de la inducción electromagnética, como medida de la conductividad eléctrica del suelo en estudios de salinidad, y posteriormente como herramienta genérica para cuantificar la variabilidad del suelo en aplicaciones de Agricultura de Precisión y apoyándose en sistemas de posicionamiento global, accesibles a partir de los años 90, para georreferenciar las mediciones realizadas y así facilitar el desarrollo de cartografías.

El objetivo de estos estudios es acercar esta tecnología a los distintos sectores productivos y dar a conocer a modo de ejemplo distintas aplicaciones de la inducción electromagnética en la agricultura.

Son numerosas las aplicaciones que los sensores de inducción electromagnética pueden tener en distintos sectores de la agricultura andaluza, en los que se requiere la estimación de propiedades del suelo tales como la salinidad, la humedad o el contenido de materia orgánica. Algunos ejemplos de las aplicaciones de esta tecnología son:

Evaluación in situ de ensayos agronómicos
Delimitación de zonas de manejo homogéneas
Evaluación de la salinidad del suelo
Estimación del contenido de materia orgánica
Seguimiento de la humedad del suelo
Estimación de las propiedades del suelo para diseñar un sistema de riego
Estimación de la humedad bajo un árbol
La inducción electromagnética permite obtener de forma no intrusiva información cuantitativa sobre la variación horizontal y vertical de las propiedades del suelo. Además, es una metodología que se implementa con facilidad en campo y que complementa y dirige los tradicionales muestreos de suelo y los análisis en laboratorio, reduciendo así los costes asociados a éstos.

La implementación de técnicas de inversión y las continuas mejoras en los sensores multi-señal convierten la inducción electromagnética en una herramienta para realizar imágenes bi- y tridimensional del subsuelo.

Este trabajo ha sido desarrollado por investigadores del Centro IFAPA Alameda del Obispo (Córdoba), centro asosociado al ceiA3, en el marco de los proyectos AGL2015-65036-C3-R (MINECO/FEDER, EU) y AVA201601.13 (IFAPA/ FEADER, EU), cofinanciados al 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, dentro del Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014-2020.

Enlace de interés

Documento Uso de Sensores de Inducción Electromagnética en la Agricultura [.pdf]

Fuente: IFAPA



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