Investigadores del ceiA3 desarrollan un método novedoso para la cuantificación de disruptores endocrinos en muestras biológicas humanas
Los investigadores del Departamento de Química Analítica de la Escuela Politécnica Superior de Linares (EPSL) de la Universidad de Jaén adscritos al ceiA3, Evaristo Ballesteros, Abdelmonaim Azzouz y Andrés J. Rascón, han desarrollado y validado un método novedoso para la cuantificación de disruptores endocrinos (EDCs) en muestras biológicas humanas. Se trata del primer modelo metodológico que utiliza un sistema de extracción en fase sólida para la retención de EDCs.
Los disruptores endocrinos son un grupo de compuestos orgánicos que alteran el equilibrio hormonal del organismo y que están relacionados con la aparición de muchas enfermedades. “Estas sustancias pueden imitar o bloquear la acción de las hormonas naturales, y por lo tanto, las funciones biológicas en los organismos vivos, lo que conduce a la alteración del crecimiento, desarrollo y reproducción de las personas”, explica Evaristo Ballesteros, director de la investigación realizada y catedrático de la Universidad de Jaén.
Los EDCs se encuentran en diversos productos de uso cotidiano. Por ejemplo, el bisfenol A se emplea en la fabricación de plásticos. Los parabenos constituyen un tipo de compuesto químico que se utiliza en la industria cosmética y farmacéutica, en champús, cremas hidratantes, geles de afeitado o autobronceadores. En el caso de los alquifenoles, se producen en los procesos de fabricación de PVC y de plaguicidas, mientras que los fenilfenoles se emplean como conservantes debido a sus propiedades fungicidas y desinfectantes. Por su parte, el triclosán es un agente antibacteriano, presente en dentífricos, jabones o incluso en ropa o equipamiento informático.
Con ese contexto como punto de partida, el objetivo del estudio radica “en el desarrollo y validación de un método para la cuantificación de ese tipo de disruptores endocrinos en fluidos humanos como orina, sangre o leche materna”, expone Evaristo Ballesteros. Para ello, han utilizado un sistema continuo de extracción en fase sólida, mientras que para la determinación han combinado las técnicas de cromatografía de gases y de espectrometría de masas.
En total, el grupo de investigación analizó 24 muestras de fluidos humanos de distintos voluntarios sanos, obtenidos según las directrices del Comité de Bioética de la UJA y con el apoyo técnico del Servicio de Hematología del Hospital San Agustín de Linares. De esas muestras, observaron que la mayoría contenían algunos EDCs, a concentraciones desde los 0,10 hasta los 14 microgramos por litro. Sobre todo, detectaron parabenos y triclosán, aunque los niveles de estas sustancias estaban por debajo de los niveles que pueden considerarse perjudiciales para el organismo humano.
En cuanto a lo innovador del método empleado, Evaristo Ballesteros resalta que “su metodología es simple y presenta una precisión y exactitud muy satisfactorias, siendo muy sensible en comparación con otros que se encuentran en la bibliografía”. A su vez, destaca como otras de sus ventajas “la necesidad de volúmenes muy reducidos de muestras y reactivos, así como el hecho de que el procedimiento se realice en un sistema cerrado, lo que disminuye la contaminación de las muestras y el riesgo de manipulación de los analistas”.
Los resultados del trabajo han sido publicados en la prestigiosa revista internacional de alto índice de impacto Journal of Pharmaceutical and Biomedical Analysis, referente en el ámbito de la Química Analítica. Además, los trabajos realizados están incluidos dentro de la línea de investigación del grupo de investigación de Química Analítica de la Universidad de Jaén que está llevando a cabo para el desarrollo de metodologías que permitan la determinación de contaminantes en muestras biológicas, alimentos y matrices medioambientales. Este tipo de investigaciones tiene como objetivos finales la miniaturización, simplificación y automatización de los métodos que permitan su determinación a niveles de trazas y por debajo de los límites máximos permitidos en la legislación.