Últimos días de la muestra sobre las aplicaciones de las microalgas en el Parque Tecnológico de Granada


Últimos días de la muestra sobre las aplicaciones de las microalgas en el Parque Tecnológico de Granada

Está organizada por el grupo de investigación ‘Biotecnología de Microalgas marinas’ de la Universidad de Almería que dirige el catedrático Emilio Molina Grima; perteneciente al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (CEIA3)

La exposición podrá verse en el Parque de las Ciencias de Granada hasta el próximo 29 de junio. La muestra, que lleva por título “Las microalgas, origen y futuro de la vida”, forma parte de la iniciativa ‘Ventana a la ciencia’ sobre proyectos de I+D+i en Andalucía. Desde hace año y medio, grupos de investigación de las nueve universidades andaluzas se han instalado en este Museo para mostrar algunas de las líneas de investigación e innovación en las que trabajan y acercar sus actividades a la sociedad. Impulsada por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, el Parque de las Ciencias y las universidades andaluzas, ‘Ventana a la ciencia’ finalizará su recorrido con una exposición sobre la cara oculta del patrimonio histórico impulsada por la Universidad Pablo de Olavide (a partir del 27 de junio).

La biotecnología de microalgas, como se enseña en esta muestra, ha ganado relevancia en las últimas dos décadas debido al amplio rango de aplicaciones derivado de su uso, desde producción de biomasa para alimentación, su empleo en acuicultura o su uso como biofertilizante, hasta la obtención de productos de valor terapéutico o industrial. Las microalgas son una fuente rica en numerosas moléculas bioactivas y de interés en alimentación y salud humana. El mercado de la biomasa de microalgas genera actualmente un volumen de ventas de 2.000 millones de euros anuales. Tan ingente volumen de negocio se sostiene, sin embargo, con menos de una decena de microalgas, entre cianobacterias (Spirulina), cloroficeas (Chlorella, Dunaliella y Haematococcus) y algunas otras especies de otros grupos (Odontella, Porphyridium o Phaedactylum) para producir, esencialmente, biomasa y carotenoides. La biodiversidad de microalgas es, sin embargo, enorme; se ha estimado que existen entre medio millón y un millón de especies. En consecuencia, desde el punto de vista biotecnológico la propia naturaleza ofrece un “mercado de microalgas” de dimensiones extraordinarias.

Todo tipo de derivados de microalgas

En la exposición organizada por la Universidad de Almería puede verse una selección muy completa de productos basados en microalgas (desde barritas energéticas a pasta, pasando por productos para la higiene corporal y hasta aceite de oliva enriquecido con luteína) y de la tecnología empleada para cultivar estos microorganismos microscópicos. La exposición incorpora videos interactivos con la docencia que realiza el grupo de investigación ‘Biotecnología de microalgas marinas’, que dirige el catedrático de Ingeniería Química Emilio Molina Grima y fotografías de la planta piloto de la Universidad, de la que hay en la Estación Experimental de Las Palmerillas o de los reactores instalados en la planta de Endesa en Carboneras. Puede verse también una pecera que sirve para demostrar que una de las aplicaciones inexcusables de las microalgas es en acuicultura.

Precisamente, una de las últimas investigaciones desarrolladas por el grupo de ‘Biotecnología de Microalgas marinas’ de la Universidad de Almería tiene que ver con ello. El método ideado permite aumentar la producción de biomasa rica en grasas poli-insaturadas, beneficiosas para las especies acuícolas, mediante la adición de fertilizantes y la reutilización de agua portadora de nutrientes. Los investigadores eligieron la especie Nannochloropsis gaditana, dado que resulta una buena productora de proteínas y ácidos grasos valiosos para la acuicultura. Entre ellos destacan los omega 3 y omega 6, EPA y el DHA, dos ácidos grasos ‘beneficiosos’ que se incorporan a la grasa del pez y a la vez pasan a la dieta humana.

La novedad del proyecto es el desarrollo de biorreactores que incorporan mejoras para optimizar el proceso de obtención de biomasa. En concreto, estas estrategias son la incorporación de fertilizantes y la reutilización del medio de cultivo. Con la adición de fertilizantes, los expertos incorporan nutrientes esenciales como el nitrógeno y el fosforo y micronutrientes al agua donde las microalgas los requieren para crecer. Esta fórmula abarata el coste y mantiene la misma composición de nutrientes que necesitan los microorganismos.

Esta es solo una de las numerosas líneas de investigación que desarrollan estos expertos, que han conseguido exportar la tecnología de producción de microalgas a países como Alemania, Portugal, Australia, Francia o Italia. “Las microalgas son el futuro y el pasado ya que producen la mayor parte del oxígeno que respiramos en el planeta”, señala Molina Grima, que recorrió ayer la muestra acompañado por el vicerrector de Investigación, Javier de las Nieves, y de la profesora Mari Carmen Cerón, también miembro del grupo de investigación sobre microalgas marinas de la UAL.



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